"...muchas ciudades en Occidente se empeñan hoy en convertirse en parques temáticos, ofreciendo a los visitantes felicidad manufacturada, belleza sobreactuada sobre la belleza de origen; banalización para turistas con poco tiempo y un programa apretado. Y, aun así, hay ciudades que por su misma idiosincrasia no se prestan al juego. Suelen ser las más destartaladas y peor conservadas, las menos canónicas, aquellas de dudosa belleza incluso; ciudades que han sufrido tantos irremediables abusos arquitectónicos que han aprendido a diseñar sus propias leyes del juego al margen de la ley." E. de Diego